Las amígdalas y los adenoides son formaciones de tejido linfático que se parecen a los ganglios linfáticos, las amígdalas están ubicadas en la parte posterior de la garganta mientras que las adenoides se encuentran en la parte superior de la garganta detrás de la nariz y el techo de la boca, su función es hacer de barrera y protección de nuestra vía aérea superior, pueden filtrar el aire que inspiramos y atrapar los gérmenes que causan las infecciones. Una vez que atrapan estos gérmenes ayudan a desarrollar anticuerpos contra los mismos, por lo que son parte del sistema inmunológico.
En ocasiones, estos tejidos se infectan y requieren la ingesta de antibióticos, cuando esto sucede de manera repetitiva o son muy grandes y dificultan la respiración es prudente realizar un tratamiento de extirpación. La visualización de amígdalas y sobre todo de adenoides requiere de instrumentos especiales, por lo que se debe consultar con un especialista, quien determinara la necesidad o no de extirpación.
En caso de requerir extirpación, puede ser total o parcial y estará dirigida por su especialista, quien intervendrá en una cirugía menor y dispondrá de los cuidados y recomendaciones para la completa restauración de la salud del paciente.